¿SABES
QUIÉN ES TU PRÓJIMO?
Tal pregunta nos resulta paradigmática todos
los tiempos, desde una visión humana, social y cultural se puede considerar
como prójimo
a todo ser humano, dos seres humanos son
prójimo uno del otro, independientemente de sus relaciones de parentesco o
lo que cada uno de ellos pueda pensar acerca del otro; El prójimo lo referimos al próximo, a nuestro cercano,
especialmente si es de nuestro pueblo, credo, raza y/o pensamiento, si por
algún motivo, aquel llegara a estar desvalido, enfermo, menesteroso o preso
físico o de algún vicio, lo aceptamos incluso mejor; Contrasta mucho que
teniendo esto en claro, muchas veces nuestro
obrar resulta equivoco, excluyente, carente de equidad e injusto, pero
seguimos siendo jactanciosos al etiquetarlos, frente a los demás.
Aún con la
apariencia de ser moralmente correcto, resulta que a la luz del
conocimiento discernido, vamos a darnos cuenta que no es como comúnmente hemos
creído; Jesús nuestro Rabí por
excelencia estando más allá de los meandros de la historia, trazados por la
versatilidad de las religiones, de la política o de cualquier cultura, logró
impactar toda una era, multitudes y masas, por más de dos mil años han transcendiendo gracias a la
comprensión y entendimiento de sus palabras; Una de sus muchas enseñanzas, está
basada fuertemente en las leyes de la
toráh, que para variar es otra perfecta 'conocida,
desconocida' "El amor al
prójimo" término que con los años se ha convertido en todo un cliché, en las dos versiones del decálogo, 5 de los 6 puntos el prójimo
aparece como víctima de las ofensas y daños, y en el punto que difiere,
encontramos una preciosa perla de sabiduría:
└ 1.- Honra a tu padre y a tu madre como
Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días y que te vaya
bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da; 2.- No matarás; 3.- No cometerás
adulterio; 4.- No hurtarás; 5.- No dirás falso testimonio contra tu prójimo;
6.- No codiciarás a la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo,
ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa
alguna de tu prójimo. ┐
Amar
al prójimo es fundamental
para la praxis del cristianismo;
Tres de los evangelios sinópicos (Mateo
22,39; Marcos 12, 31 y Lucas 10, 27) hacen referencia al como Jesucristo resumió la totalidad de la Ley, siendo el segundo mandamiento, el
que hoy nos compete escudriñar: 'Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y
con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo' (Lucas 10, 27) Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.' Este es el primero y más
grande mandamiento. Y el segundo es semejante: 'Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.' De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas (Mateo) Que aquí, como en la
mayoría de los contextos, Jesús refiere al libro de Levítico capitulo 19:18: «No
seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti
mismo»
¿Y
quién es este prójimo mío?
Tal vez es el secreto mejor conocido, escondido visiblemente que NO hemos logrado reconocer, pese a tenerlo tan junto.
Un intérprete de la ley, un legista, formuló
un cuestionamiento para con Jesucristo, sobre qué cosas debía hacer para
heredar así la vida eterna, con ello querer justificar su interpelación, ya que
en realidad lo que buscaba era probarle, le dijo: ¿Maestro, Y quién es mi prójimo? dando lugar a la
enunciación de LA PARÁBOLA DEL BUEN
SAMARITANO:
25 Y he
aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la
vida eterna? 26 El le dijo: ¿Qué está
escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 Aquél,
respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti
mismo. 28 Y le dijo: Bien has
respondido; haz esto, y vivirás. 29 Pero
él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre
descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le
despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Aconteció que descendió un sacerdote por
aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32
Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de
largo. 33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue
movido
a misericordia; 34 y
acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su
cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los
dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo
pagaré cuando regrese. 36 ¿Quién pues, de estos tres te parece que fue,
el prójimo de aquel que cayó en manos de los ladrones? 37 El intérprete
de la ley contestó: El que usó de
misericordia para con aquel; Entonces Jesús dijo: Ve y haz tú también lo mismo... (Lucas 10:25-37)
Si logramos entender lo que leemos, entonces
podremos comprende correctamente lo que se está leyendo; Nuestro prójimo NO es por
ningún motivo aquel pobre, el menesteroso, el borracho o el vecino de al lado
de mi casa, ni siquiera mis paisanos, ni todos mis semejantes sobre el
globo terráqueo... ¡NO! Mi prójimo es aquel que sin ningún tipo
de interés o motivo, me ama,
esperando a cambio NADA por ello; Aquel tiene un cariño sincero hacia mí, sin yo siquiera merecerlo, aquel que ayudándome, lo hace por caridad simplemente, no esperando el favor de regreso, aquel
que siente por mi Amor, cariño, amistad y me tiene en gran estima, otorgándome un valor agregado, un valor por mi persona
sin que se interpongan o demeriten los defectos; Aquel que cree en mi, que me alienta e induce siempre en vísperas
de lo mejor, sin poner demasiada atención en mis yerros... Y es aquí, que
cuando entramos a esta dimensión desconocida, que puedes comprender el alcance de la ley y los
profetas, hasta hoy; Cuando Jesús dijo doctor Ve y haz tú también lo mismo, le estaba diciendo: Ve ‘Se (tú) el
prójimo de alguien’ deja de lado tus egos, orgullo, intereses, odios, envidias,
soberbia, pasiones, etcétera y haz lo
que fuiste llamado a hacer;
Pablo en su epístola a los romanos capitulo 13:8-10
les aconseja; No debas a nadie nada, sino el ámense unos a otros, porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley;
Porque "No adulterarás" "no matarás" "no
hurtarás" "no darás falso testimonio" "no codiciarás"
y cualquier otro mandamiento como estos, en esta sentencia se resume: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (ya que) El
amor no hace mal al prójimo; Así que
el cumplimiento de la ley es el amor. Oíste que les fue dicho: 'Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu
enemigo' Pero yo les digo: Amar a
nuestros enemigos y bendigan a los que los maldicen (Mateo 5:43)
Porque al prójimo se le debe de amar con amor sincero, con un amor agradecido, pues este mandamiento, NUNCA cambia ni cambiará; He aquí el motivo por el cual Cristo nos ha llamado a prestar atención especial a tal sublime ley, para con ello darle cumplimiento, que de hacerlo, las bendiciones no serán tocas POR NADA NI NADIE; Bien valdría la pena, empezar con aquellos mencionados
en el primer mandamiento con promesa: Nuestros Padres; Ahora el ‘honra a tu padre y a tu madre’ cobra
sentido, pues ellos (excepto algunos) son los primeros en dar todo, por nada,
por tu tutor, Hermano o Tía, amigo, que pese a tus enojos y desosiego, SIEMPRE ESTAN AHÍ.
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