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lunes, 11 de febrero de 2019

¿QUIÉN ES MI PRÓJIMO EN VERDAD?


¿SABES QUIÉN ES TU PRÓJIMO?


                          Tal pregunta nos resulta paradigmática todos los tiempos, desde una visión humana, social y cultural se puede considerar como prójimo a todo ser humano, dos seres humanos son prójimo uno del otro, independientemente de sus relaciones de parentesco o lo que cada uno de ellos pueda pensar acerca del otro; El prójimo lo referimos al próximo, a nuestro cercano, especialmente si es de nuestro pueblo, credo, raza y/o pensamiento, si por algún motivo, aquel llegara a estar desvalido, enfermo, menesteroso o preso físico o de algún vicio, lo aceptamos incluso mejor; Contrasta mucho que teniendo esto en claro, muchas veces nuestro obrar resulta equivoco, excluyente, carente de equidad e injusto, pero seguimos siendo jactanciosos al etiquetarlos, frente a los demás.


Aún con la apariencia de ser moralmente correcto, resulta que a la luz del conocimiento discernido, vamos a darnos cuenta que no es como comúnmente hemos creído; Jesús nuestro Rabí por excelencia estando más allá de los meandros de la historia, trazados por la versatilidad de las religiones, de la política o de cualquier cultura, logró impactar toda una era, multitudes y masas, por más de dos mil años han transcendiendo gracias a la comprensión y entendimiento de sus palabras; Una de sus muchas enseñanzas, está basada fuertemente en las leyes de la toráh, que para variar es otra perfecta 'conocida, desconocida' "El amor al prójimo" término que con los años se ha convertido en todo un cliché, en las dos versiones del decálogo, 5 de los 6 puntos el prójimo aparece como víctima de las ofensas y daños, y en el punto que difiere, encontramos una preciosa perla de  sabiduría:


1.- Honra a tu padre y a tu madre como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días y que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da; 2.- No matarás; 3.- No cometerás adulterio; 4.- No hurtarás; 5.- No dirás falso testimonio contra tu prójimo; 6.- No codiciarás a la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.


Amar al prójimo es fundamental para la praxis del cristianismo; Tres de los evangelios sinópicos (Mateo 22,39; Marcos 12, 31 y Lucas 10, 27) hacen referencia al como Jesucristo resumió la totalidad de la Ley, siendo el segundo mandamiento, el que hoy nos compete escudriñar: 'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo' (Lucas 10, 27) Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.' Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo.' De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas (Mateo) Que aquí, como en la mayoría de los contextos, Jesús refiere al libro de Levítico capitulo 19:18: «No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo»






¿Y quién es este prójimo mío? Tal vez es el secreto mejor conocido, escondido visiblemente que NO hemos logrado reconocer, pese a tenerlo tan junto.


Un intérprete de la ley, un legista, formuló un cuestionamiento para con Jesucristo, sobre qué cosas debía hacer para heredar así la vida eterna, con ello querer justificar su interpelación, ya que en realidad lo que buscaba era probarle, le dijo: ¿Maestro, Y quién es mi prójimo? dando lugar a la enunciación de LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO:

25  Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 26  El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27  Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 28  Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. 29  Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? 30  Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31  Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32  Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. 33  Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; 34  y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35  Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. 36 ¿Quién pues, de estos tres te parece que fue, el prójimo de aquel que cayó en manos de los ladrones? 37 El intérprete de la ley contestó: El que usó de misericordia para con aquel; Entonces Jesús dijo: Ve y haz tú también lo mismo... (Lucas 10:25-37)


                          Si logramos entender lo que leemos, entonces podremos comprende correctamente lo que se está leyendo; Nuestro prójimo NO es por ningún motivo aquel pobre, el menesteroso, el borracho o el vecino de al lado de mi casa, ni siquiera mis paisanos, ni todos mis semejantes sobre el globo terráqueo... ¡NO! Mi prójimo es aquel que sin ningún tipo de interés o motivo, me ama, esperando a cambio NADA por ello; Aquel tiene un cariño sincero hacia mí, sin yo siquiera merecerlo, aquel que ayudándome, lo hace por caridad simplemente, no esperando el favor de regreso, aquel que siente por mi Amor, cariño, amistad y me tiene en gran estima, otorgándome un valor agregado, un valor por mi persona sin que se interpongan o demeriten los defectos; Aquel que cree en mi, que me alienta e induce siempre en vísperas de lo mejor, sin poner demasiada atención en mis yerros... Y es aquí, que cuando entramos a esta dimensión desconocida, que puedes comprender el alcance de la ley y los profetas, hasta hoy; Cuando Jesús dijo doctor Ve y haz tú también lo mismo, le estaba diciendo: Ve ‘Se (tú) el prójimo de alguien’ deja de lado tus egos, orgullo, intereses, odios, envidias, soberbia, pasiones, etcétera y haz lo que fuiste llamado a hacer; 


Pablo en su epístola a los romanos capitulo 13:8-10 les aconseja; No debas a nadie nada, sino el ámense unos a otros, porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley; Porque "No adulterarás" "no matarás" "no hurtarás" "no darás falso testimonio" "no codiciarás" y cualquier otro mandamiento como estos, en esta sentencia se resume: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (ya que) El amor no hace mal al prójimo; Así que el cumplimiento de la ley es el amor. Oíste que les fue dicho: 'Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo' Pero yo les digo: Amar a nuestros enemigos y bendigan a los que los maldicen (Mateo 5:43) 





Porque al prójimo se le debe de amar con amor sincero, con un amor agradecido, pues este mandamiento, NUNCA cambia ni cambiará; He aquí el motivo por el cual Cristo nos ha llamado a prestar atención especial a tal sublime ley, para con ello darle cumplimiento, que de hacerlo, las bendiciones no serán tocas POR NADA NI NADIE; Bien valdría la pena, empezar con aquellos mencionados en el primer mandamiento con promesa: Nuestros Padres; Ahora el ‘honra a tu padre y a tu madre’ cobra sentido, pues ellos (excepto algunos) son los primeros en dar todo, por nada, por tu tutor, Hermano o Tía, amigo, que pese a tus enojos y desosiego, SIEMPRE ESTAN AHÍ. 

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